martes, 10 de abril de 2018

De cómo conseguí preñarme y aún estoy flipando

Después de varias entradas de cabreos y penas, por fin viene lo bonito. Podrían haber sido muchas más las entradas tristes y desesperantes, pero como ya dije anteriormente, yo siento que tuve mucha, muchísima suerte después de todo.

Eran primeros de diciembre del 2016. Este ciclo me lo tomé con una tranquilidad nunca vista en mí. Quizás porque ya era el segundo, porque ya sabía lo que era el Omifín y sus efectos. O porque ya había pasado por el negativo, y tras la histerosalpingografía, la cita en la Seguridad Social para empezar la Inseminación Artificial ya quedaba bastante cerca, así que otro negativo no sería un palo tan grande sabiendo que ya estaba todo en marcha. Pensaba que si no era en este ciclo, sería en el siguiente, y saber que ya estaban los siguientes pasos planeados me hacía sentir que tenía un colchón para amortiguar el golpe en caso de caída. 

Y es que, después de dos años de no saber nada, el tenerlo todo bien claro sentaba muy bien.
Como dos meses atrás, comenzamos el tratamiento provocando la regla con progresterona en óvulos, puesto que sino habría que esperar indefinidamente a mi querida regla. En consulta con una ecografía de control nos da el visto bueno para tomar el Omifín del día 3 al 7. Nos citamos para el día 11 de ciclo ver como iba todo, y me manda comenzar con los test de ovulación a partir del día 10.

Mi ginecóloga es un sol, se ha mostrado atenta desde la primera vez que fui a su consulta buscando una duodécima opinión sobre mi caso. A estas alturas ella estaba muy implicada con nosotros y en este ciclo la sentí muy optimista, en cada revisión nos daba ánimos y nos decía que no nos quedaba nada para conseguirlo. Y yo confiaba plenamente en ella.

En el anterior ciclo noté perfectamente por cual ovario ovularía, un par de días antes del control ya notaba los pinchacitos que había escuchado que algunas mujeres tienen antes de ovular, aquella vez en el lado derecho. En la ecografía se confirmó que el folículo se encontraba en ese ovario, cosa que me hizo especial ilusión, mi querido cuerpo hacía cosas normales por fin. Pero en este ciclo fue diferente, unos días después de acabar de tomar el último Omifin, los pinchazos se alternaban en ambos lados. "¡Qué raro!" - pensé. Estaba algo desconcertada, y empecé a plantearme si en la anterior ocasión todo había sido casualidad, y me desilusioné un poco. Cuando tocó hacer la ecografía de control de este ciclo, vimos que habían tres folículos, dos en el ovario izquierdo (uno más gordote y otro pequeñito) y uno en el derecho de buen tamaño. Así que no había sido casualidad... ¡bravo por mí! 

Pero esto nos planteó una cuestión en la que no habíamos pensado ni remotamente. En el anterior ciclo sólo hubo un candidato, por lo que no hubo dilema. Pero en este, había dos perfectos folículos a puntito de reventar (el canijín ni lo contamos). Mi ginecóloga fue clara: las posibilidades de conseguir un embarazo múltiple podrían ser bastante altas; estábamos a tiempo de cancelar el ciclo si lo creíamos conveniente. Miré a V, y ambos lo tuvimos claro al instante. Ibamos a por todas, y si tenían que venir dos ¡pues bienvenidos!

Llegó el día de Navidad, a la hora de la comida me hice el test de ovulación y dio positivo, así que esa noche hicimos deberes. Al día siguiente repetí el test de ovulación y volvió a salir positivo, por lo que repetimos y a las 36 horas de nuevo, (muuucho amor para compensar la sequía que tocaba en betaespera) que no se nos escapara ningún ovulín. En esta ocasión también utilizamos el lubricante Conceive Plus que nos recomendaron para animar a los bichos de marido, que tienen fama de lentos. En otra ocasión os hablaré de ello.



La betaespera pasó rapida, entre fiestas, viajes al pueblo y demás, no tuve excesivo tiempo de pensarlo, al menos los primeros días sólo me hacía consciente el tener que ponerme la progesterona a la hora que tocaba. El 3 de enero fue cuando las ansias me hicieron mear en el primer test de embarazo de muchos. Blanco, impoluto. Como era de esperar, ¿en que estaba pensando? Me regañé y me prometí esperar a la beta del 9 de enero.

Rompí mi promesa 2 días después, en la víspera de reyes. De nuevo, blanco. Ahí comencé a desesperarme. Pasé todo el día de cabalgatas deseando que llegara la mañana siguiente para volver a probar suerte, como si de la tómbola se tratara. El 6 de enero, como niña que se levanta corriendo para pillar a los Magos de Oriente colocando los regalos bajo el árbol, yo me levanté palito y vaso en mano a pillar la primera orina de la mañana. Metí el palito, 10 segundos, se empapó y se marcó la linea de control. Fijé la mirada en ese espacio blanco en el que debería aparecer esa rayita deseada. Nada. Otro mes perdido. El embrión debería tener 12 días, y con 12 días debería aparecer algo, ¿no?

Me volví a la cama, desilusionada, realmente jodida. No albergaba esperanzas, aunque aún fuera pronto. No iba a despertar a V a las 7 de la mañana para darle la mala noticia, así que me quedé a oscuras medio tumbada. Pero ese palito me hablaba desde la mesilla de noche. Lo volví a coger y saqué, sin pensarlo, la linterna del móvil. Los ojos me hacían chiribitas, había algo. Una sombra ligera, muy ligera. Puse el test al trasluz: joder, una sombra rosa, estaba ahí.



Desperté a V, nerviosa, histérica. Cuando consiguió despegar los párpados yo ya estaba en un mar de lágrimas. El muy miope se puso sus lupas y miró el test; tras una risita nerviosa sus palabras fueron: "Ahí no se ve nada". Pero yo si la veía, y me quedé mirándola llorando hasta que volvió a despertar y me dijo: "¿Sigues así? Dame eso. Yo no veo nada. A ver, hay algo, pero es muy poco, ¿no? Eso aún no es nada..." Decidí aguantar sin sacar más el tema, hasta mear otro palito mejor, esa misma tarde. Al salir de la comida familiar paramos en una farmacia, y me compré un Predictor.

Subí corriendo a casa y directa al baño, a hacer eso de lo que me había convertido en experta. Mojé la tirita y corrí al salón. V se sentó a mi lado, y juntos vimos como en la ventana aparecía la raya de control bien fuerte. Y a su lado, más tímida, la línea que nos dio la mejor noticia de nuestras vidas. Estaba embarazada.


2 comentarios:

  1. Que lindo!!! Yo he visto 4 positivos pero aun no logro mi embarazo espero este sea mi año tengo dos nenes de 13 y 10 años y anhelan un hermanito que un no quiere llegar

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    1. Hola preciosa! Jope, espero que pronto logres tu embarazo. Tu también tienes SOP? Un abrazo

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