sábado, 15 de octubre de 2016

Cómo me afecta el Síndrome de Ovarios Poliquísticos

Hace menos de un año que lo tengo diagnosticado. Es increíble, pero es la verdad, y eso que es una afección bastante sencilla de reconocer, y más cuando los síntomas se presentan tan claros como en mi caso.

El primer y principal síntoma del Síndrome de Ovarios Poliquísticos (SOP) son los ciclos irregulares. Reglas caprichosas que van, vienen y desaparecen por meses.

Recuerdo cuando en el colegio nos dijeron que el ciclo de la mujer tenía relación con los ciclos lunares, y que había grupos de mujeres a las que se les sincronizaba la regla al pasar mucho tiempo juntas. Nunca he podido evitar tener envidia y verme como un bicho raro; siempre he sentido una especie de desconexión con esa parte de mi "yo femenino".

Nunca he sido una chica excesivamente velluda. Cierto es que el vello me comenzó a salir muy niña por axilas, pubis y piernas, pero mas allá de la precocidad, nada alarmante. A partir de los 16 años empecé a ver pelitos que iban apareciendo en lugares más inoportunos. Me asusté bastante el día que descubrí vello junto a la areola, en el pecho, que ahora, al dejar los anticonceptivos orales se han cuadruplicado en cantidad y grosor. Las matas de pelo salvajes se han ido adueñando de pequeñas porciones de mi cuerpo de una forma aparentemente aleatoria: la tripa, empeines y dedos de los pies, barbilla, canalillo... un cuadro.

Pero bueno, si todo el problema fuera el vello, tendría fácil solución. Pero no. Cuando tus hormonas están haciendo lo que no deben pasan más cosas. Por ejemplo, el colesterol tiende a estar por encima del límite aconsejable aunque lleve una buena dieta. Llevar una buena dieta se me hace muy cuesta arriba, porque mi cuerpo quiere hidratos. Azúcar a todas horas. Pero sobre todo por la noche. Mis células reclaman la energía que no les llega, porque la resistencia a la insulina impide que los azúcares se asimilen.

Y esto me lleva al cansancio. Vivo agotada. Cuando mantenía todo este desaguisado a raya con las anticonceptivas tenía energías para llevar mi día a día de una manera normal. Pero ahora todo es cuesta arriba. Tengo ganas, pero no tengo fuerzas. Siento que mi cabeza va a mil, pero mi cuerpo no es capaz de cogerle. ¡Con lo que yo era!

Y de la suma del aumento del apetito, la nula asimilación de hidratos y el cansancio, ¿que sale? ¡Bingo! El aumento de peso. Soy una mujer alta, y de cría siempre fui demasiado delgada. Al destapar el SOP, comencé a coger kilos. Grasa localizada en tripa y muslos. En estos meses he cogido 10 kg, de los que ya me he quitado 3. Poco a poco, voy haciendo pequeños cambios en mi dieta.

Pero lo peor de todo, lo que más me ha afectado, ha sido el no saber qué hacer. Desde el principio de la adolescencia, y sobre todo desde que comenzamos la búsqueda de nuestro bebe, he consultado mil veces, a muchos médicos, qué es lo que me pasa. No sé si ha sido mala suerte, si es que he dado con doctores que desconocen el SOP, o si es que la desgana de tener que pedir e interpretar una analítica de sangre les ha impedido hacer un diagnóstico.

Desde un "estás obsesionada y así no te va a bajar la regla", a un "eso es que tienes depresión" y pasando por el "relájate y te preñas", he tenido que escuchar de todo. No se me tomó en serio cuando yo sabía que algo no funcionaba bien.

Cuando me lo dijeron por primera vez, una ginecóloga muy atenta y amable a la que estaré eternamente agradecida (y que cuando consiga quedarme embarazada volverá a tenerme por su consulta), no pude evitar echarme a llorar en su consulta.

Lloré la pena al saber que esto dificultaba bastante el ser mamá. Pero sobretodo lloré la rabia de no haber sabido nada hasta ese momento, de no haber podido hacer tomado decisiones por ir a ciegas, de haber llegado a pensar que todo era por mi culpa.

1 comentario:

  1. Jo, es que el SOP no es una enfermedad "grave" pero termina afectando a tantos aspectos de la vida! yo a veces sospecho de serlo, pero parece que solo tengo ovarios poliquísticos y no el pack completo...

    ResponderEliminar